Como lo habíamos denunciado a principios de este mes,
en un hecho aberrante en la historia laboral colombiana, el gobierno subalterno
del gran capital nacional y transnacional, se prestó para cometer toda clase de
atropellos y atentados contra el derecho de organización, negociación, contratación colectiva y huelga; quebrantando
la Constitución Nacional, el Código Sustantivo del Trabajo y los Convenios
Internacionales de la O.I.T., por exigencia esta vez, de la transnacional
Drummond, al convocar un Tribunal de Arbitramento Obligatorio, basándose en un
ilegal procedimiento de esta empresa, al haber convocado una consulta con un
grupo de trabajadores, circunstancia que no cumplía con los requisitos de Ley,
ya que estos no presentaron pliego a su patrón.
El pliego fue presentado por Sintramienergética y en
este caso la desconoció como organización mayoritaria y titular del conflicto
en esta empresa, el gobierno se prestó además para violar flagrantemente el
Decreto Reglamentario 2519/93, por el cual reglamenta el artículo 444 del
C.S.T., y el Decreto 801/98, que consagran el Derecho de huelga y la
titularidad de los conflictos para los sindicatos mayoritarios. En medio de
este desconocimiento de las leyes, se lanzó una agresiva campaña de amenazas de
muerte, contra la organización sindical, sus dirigentes y los huelguistas.
En el 2012, el Ministerio del Trabajo hizo lo mismo
con los huelguistas de la transnacional Ferroviaria Fenoco, de propiedad de Drummond y Glencore, al romper la huelga
económica adelantada por los trabajadores de esa empresa, cuyo antecedente
vuelve a presentarse esta vez con los trabajadores directos de Drummond, pese a
que en el caso de Fenoco la Corte Suprema de Justicia, declaró legal la justa huelga de estos
trabajadores.
Las organizaciones obreras SINTRAMIENERGETICA -
FUNTRAENERGETICA - C.U.T. y F.S.M., continuaremos en nuestro empeño de lograr
un mejor acuerdo que garantice la estabilidad de los trabajadores, un salario
básico mensual, unas condiciones dignas y humanas de trabajo, mejores
beneficios para los trabajadores, sus familias y la comunidad, de cuyas conquistas
también se benefician incluso aquellos que se prestaron para hacerle el juego a
la empresa aún en contra de sus propios intereses y que mañana les estarán
dando “la patadita de la mala suerte”.
Condenamos la actitud antisindical y anti obrera del
gobierno colombiano y del capital transnacional, además por los más de 19
muertos, decenas de heridos y detenidos en los últimos meses con ocasión de los
paros campesinos y populares en el país, así como la ilegalización de la justa
huelga de los trabajadores de Glencore – en Carbones de la Jagua de Ibirico,
realizada el año pasado, es por esto que solicitamos al movimiento sindical y
popular su más enérgico rechazo a esta agresión patronal y gubernamental,
exigiendo que incluyan en la lista de la OIT a Colombia como uno de los países
que más violan los derechos humanos en el mundo.
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